Un lugar donde el día, rinde realmente 24 horas.
Hay tiempo de siestas, de conversa con los vecinos. Tiempo para no tener tiempo. Para perderse en la ausencia del reloj, o quizás, sea este el verdadero espacio de encuentro. Dejamos de correr y nos enteramos que hay alguien enfrente de nosotros.
Compartimos lo que tenemos, y en ese vaivén desinteresado, va emergiendo nuestro auténtico ritmo…
A muchos kilómetros de distancia de los odiosos “trámites administrativos”.
A muchos kilómetros para consultar a un “cagatinta”.
A increíblemente pocos kilómetros de distancia de la naturaleza imponente del “Uruguay profundo”.
A pocos kilómetros de la “Contemplación”…
Polanco del Yí, “Polanquito”.
-Pueblito de no más de 80 personas, y un viejo con sus jóvenes 102 años.
-Una cuadra de ancho por tres transversales: todo un pueblo que cabe en menos de un kilómetro a la redonda.
-La pulpería: un trago de caña en el mostrador y la foto clásica de Gardel, que acompaña a los visitantes y determina banda sonora obligada del lugar.
-El empleado de OSE se jubiló el mes pasado, y dos pozos de agua esperan próxima designación.
-“Hugo Transportes”: La carretilla de cuatro ruedas y una lona por favor! Que quiero toldar el mionca!
Un “loco de la vida”, en la Comisaría hasta libreta de chofer le dieron!
-Es la misma seccional donde, dos por tres, los tales bailes se arman. Dicen que al último, hasta dos orquestas concurrieron.
-El puente en la bajante inútil, pero cuando viene el agua, casi casi tapadito.
-El cuadro de fútbol: Polanco. Ascendió en la liga del año 1956, acontecimiento y pico, histórico.
-Cuatro trabajando, atendiendo 1500 hectáreas “de otro”. La vida sigue siendo dura pal peón rural.
-La escuela supo tener 100 alumnos. Hace mucho tiempo de esto. De once hermanitos del pueblo, sólo los últimos tres alcanzaron a ir calzados.
-Y ahora, una vez por semana va la médica, y hay ómnibus en la vuelta solo en período de clases.
-Las campanas de la Iglesia suenan una vez por mes.
Y, más o menos, esto es Polanco del Yí. Sencillito, nuestro y valiente.
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